La calidad y prestigio de estos arroces son debidos a la climatología, la frialdad y pureza de sus aguas, a la inclinación de las parcelas que permiten que exista drenaje, a la alternativa de cultivos y a la utilización de semillas seleccionadas.
Sus características de calidad se manifiestan en su sabor y dureza. Presenta unos granos deshidratados que absorben mayor cantidad de agua durante la cocción, hinchando en mayor proporción que los demás arroces.
Producto natural debido a que se riega con aguas limpias y frescas, recién desembalsadas. A lo largo de su cultivo no se emplean productos químicos insecticidas porque no existen plagas que afecten al cultivo.